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Enfocando Nuestra Fe



Hablar de fe es algo muy común en nuestro diario vivir. Escuchamos la palabra fe en nuestro hogar, universidad, trabajo, los centros comerciales, a todo lugar que vamos siempre la palabra fe saldrá la luz en nuestras conversaciones. Muchas de las veces que ocurre no tiene que ver nada con la religión. La palabra fe es muy utilizada pero muy pocos entienden el peso y el significado de esta. Si observamos hay personas que no tienen ningún tipo de relación con la comunidad de fe (Iglesias) o alguna otra religión en particular y sin embargo dicen que tienen fe. Cuando escuchamos la fe que a diario muchos hablan es una fe enfocada en obtener algo a cambio. Simplemente una fe que busca ser recompensada con algo material, físico y espiritual. Nuestra fe no es para utilizarse como una vara mágica o quizás manipularla como a veces creemos que podemos hacer y verla funcionar como si fuera Aladino, para que se cumplan todos mis deseos.


Esta tiene que estar enfocada primeramente hacia la persona de Jesús. “Puesto los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. (Hebreos 12:2 RVR60). El autor de esta carta nos deja claro que nuestra fe debe de estar puesta en la persona de Jesús el cual hizo posible que tengamos una vida eterna y para esto se nos ha delegado la fe (salvadora). Si tenemos nuestra confianza en Jesús heredaremos lo que el mundo entero desea, una vida nueva y sobretodo eterna. Sólo Él es quien nos ofrece una esperanza.


Hay muchas promesas en las escrituras las cuales debemos creer, pero si enfocamos la fe solo en las promesas y no tenemos toda nuestra confianza en la persona de Jesús y en el Padre, estamos tratando de utilizar a Dios a nuestro beneficio y no rindiendo nuestras vidas a Él. La fe debe de primordialmente estar mirando nuestra redención (salvación) y galardón (vida eterna). Dios desea ser parte de nuestros deseos, Él quiere darnos lo que anhelamos y lo que estamos pidiendo con solicitud por medio de nuestra fe. Las escrituras dicen “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.” (Salmos 37:4), ya teniendo nuestra fe enfocada en el lugar correcto debemos ahora deleitarnos (tener gozo) en El, osea disfrutar de su presencia cuando nos congregamos, en oración e intimidad, conociéndolo en la palabra y en todo lo que hacemos. Descansando y confiando a ciegas ya que nuestras peticiones Él nos las va a conceder porque nuestro deleite está en Él y en sus promesas.


Recuerda lo que Jesús dijo: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33). Estas palabras iban dirigidas a quienes lo estaban escuchando en el sermón del monte, dejandoles saber que ahora que Él había llegado las cosas no sucederían como los hombres habían dicho (escribas y fariseos), sino como Él enseña, dejándonos claro que debe ser buscando su “Reino” (o en griego “basileia” que quiere decir “Gobierno”), un gobierno que es inconmovible, eterno y en el cual podemos confiar porque sabemos que nos brinda justicia (nuestra redención por medio de la fe). Después las demás cosas que nos hacen falta serán añadidas. Te animo a que te enfoques primero en que Él gobierne tu vida y verás como los deseos y anhelos de tu corazón por medio de la fe se cumplirán. Conforme a su buena, agradable y perfecta voluntad.

Hanser J. Pizarro es esposo, padre, predicador y ministro del evangelio. Se congrega en la Iglesia La Familia del Rey en Carolina, Puerto Rico. Su pasión es ver a Dios obrar en milagros de sanidad y ver personas ser salvas de las tinieblas. Ha servido de misionero en El Salvador y México. Su corazón está comprometido en ver la manifestación del reino de Dios en la Tierra y que las personas conozcan a la persona de Jesús, emprendiendo una relación con el Espíritu Santo. Conéctate con el ministerio Proyecto Edén para que continues siendo edificado por lo que Dios está haciendo en su vida.

#AumentaMiFe